La leche, el queso y el yogur, son alimentos que proveen un sin número de beneficios a nuestro organismo, sobre todo si seguimos las recomendaciones de los expertos de la salud respecto a consumir diariamente al menos tres porciones. Este hábito garantiza la ingesta de importantes valores nutricionales, vitamínicos y minerales, que, sin lugar a dudas, te proporcionarán resultados positivos tanto en tu vida cotidiana como a largo plazo.
Por ejemplo, consumir al menos un vaso de leche al día favorece tanto a jóvenes, adultos y adultos mayores en el rendimiento del funcionamiento cognitivo, ¿qué significa esto? Pues ayuda a incrementar la actividad neuronal y mejorar la memoria. Esto se debe a que el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso depende fundamentalmente de los nutrientes que se consumen a diario, por lo que los lácteos son productos ideales, ya que contienen altas cantidades de nutrientes como la caseína, proteínas de suero, lactosa y ácidos grasos; además, son fuente de vitaminas A, B2 y D, que a su vez contribuyen a facilitar las capacidades de aprendizaje y a la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Un estudio realizado por la Universidad de Oxford (2002) determinó que las proteínas de suero en la leche tienen efectos relacionados con la disminución del estrés y la depresión. Otros componentes como el Omega-3, presente especialmente en los productos lácteos fortificados, son ideales para la prevención de accidentes cerebrovascular y de algunos trastornos neuronales como la demencia o la enfermedad de Alzheimer.
Por otro lado, el consumo frecuente de alimentos ricos en calcio, como los quesos bajos en grasa, aportan a reducir el peso corporal, disminuir las medidas de la cintura y prevenir la hipertensión en personas con sobrepeso u obesidad. La leche también participa en este aspecto, debido a que cuenta con aminoácidos esenciales y ácidos grasos.
¿Sabías que las proteínas de los lácteos contribuyen a reducir el apetito en el día? Estas poseen un efecto de saciedad incluso mayor que los carbohidratos. Por si esto fuera poco, también potencian la liberación de insulina y reduce los niveles de glucosa tras la ingesta de alimentos, por lo que es muy recomendable para pacientes con diabetes tipo 2. Por ejemplo, el consumo de 80 a 125 gramos de yogur al día puede reducir hasta en un 14% el riesgo de desarrollar diabetes, en comparación con quienes no lo consumen.
Incluir tres porciones de lácteos en nuestra dieta diaria es una tarea muy sencilla, basta solamente con agregar pequeñas cantidades en cada comida para lograrlo, especialmente porque existen un sinfín de recetas gastronómicas que contienen lácteos y son muy fáciles de preparar. Si no estás acostumbrado a consumir lácteos o lo haces con muy poca frecuencia, es importante que comiences a modificar tu dieta diaria, ya que cada vez son más los estudios e investigaciones que aseguran y confirman los beneficios del consumo de lácteos para nuestro organismo.
Fuentes:
Federación Panamericana de Lechería. (2014). Lácteos: alimentos esenciales para el ser humano. Montevideo, Uruguay: FEPALE.
Sí a la leche. (2017). El yogur ayudaría a bajar de peso y a prevenir la diabetes. Obtenido de http://sialaleche.org/el-yogur-ayudaria-a-bajar-de-peso-y-a-prevenir-la-diabetes/
Markus, C.R., Olivier, B. & de Haan, E.H.F. (2002). Whey protein rich in a-lactalbumin increases the ratio of plasma tryptophan to the sum of the other large neutral amino acids and improves cognitive performance in stress-vulnerable subjects 1-3. The American journal of clinical nutrition. Oxford University Press. Obtenido de https://goo.gl/MDbm9c
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