La leche de vaca es la fuente principal de calcio en la dieta humana, su consumo cuida el sistema inmunológico, y además es el guardián más fiel para los huesos
Sin importar la edad que tengamos, todos hemos escuchado alguna vez –de boca de nuestros padres o abuelitos- la frase “si tomas leche tendrás fdientes y huesos fuertes”. Al principio podíamos dudar si esto era verdad y solo regirnos al delicioso sabor que tiene un vaso de leche con chocolate, por ejemplo. Sin embargo, a lo largo de la historia, las ciencias médicas y de nutrición se han encargado de comprobar los múltiples beneficios que tiene la leche en los huesos y dientes.
Y es que, según la Fundación de Nutrición Española, en la edad temprana del ser humano el alto nivel de calcio presente en la leche y sus derivados asiste de manera fundamental al desarrollo de huesos y dientes. Por otro lado, en la adultez el consumo de la cantidad recomendada de estos alimentos fortalece nuestros huesos y, en consecuencia, previene futuros esguinces, roturas o dislocaciones.
Muchos de nosotros no sabemos que a partir de los 24 años, en mujeres, y 30, en hombres, se inicia una pérdida de masa ósea. Este proceso es natural y ocurre lentamente, sin causar síntomas. ¿La consecuencia? Enfermedades como la osteoporosis, que causa el debilitamiento de los huesos y, por ende, dolores extremos. Esto se puede evitar si nuestro cuerpo desarrolla un pico alto de masa ósea durante los primeros 25 años de vida.
La leche no solo aporta una gran cantidad de calcio,
sino que también es fuente de vitamina D. Sin duda, el consumo de lácteos beneficia a nuestro organismo,
sus nutrientes previenen enfermedades y, además, cuidan fielmente de nuestros huesos y dientes. Consume lácteos, ¡salud a tu alcance!
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