El consumo de leche y sus derivados es clave en todas las etapas de la vida. El aporte de vitaminas y minearles cuida la salud, fortalece el sistema inmunológico e incluso previene enfermedades. Para los adultos mayores, el consumo de leche es también importante.
Las propiedades positivas de la leche son muy altas y el impacto que tienen en el consumidor es altamente positivo. Se conoce que los “años no pasan en vano” y, a medida que el ser humano crece, su cuerpo se vuelve más frágil. Los músculos, las articulaciones y los huesos sufren un deterioro que no se puede detener. No obstante, el consumo de leche en los adultos mayores puede traer tranquilidad y un desarrollo de un mejor estilo de vida.
La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, (FESNAD) menciona las propiedades de la leche como lo son proteínas de alta calidad, minerales tales como el calcio, magnesio, potasio y varias vitaminas; de estas la vitamina B12 no es producida por nuestro cuerpo, sino que está presente en muy pocos alimentos, entre ellos, la leche. Al consumir una cantidad regulada de leche o, en su caso, de sus derivados como yogures y quesos, se asegura su capacidad de fortalecer el sistema óseo y, en consecuencia, prevenir enfermedades como la osteoporosis o disminuir el riesgo de fractura de huesos en caso de caídas leve.
Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la leche es uno de los alimentos que posee mayor características benéficas para el ser humano. Posee casi todos los nutrientes que el ser humano debe consumir en su cotidianidad, entre ellos se encuentran las vitaminas A y D, y las proteínas K1 y K2 que ayudan a equilibrar el flujo gastrointestinal. Por ello se recomienda tomar leche en en todas las etapas de la vida, pues sus beneficios y características se traducen en salud, inmunidad y buen desarrollo.
Los lácteos son un alimento importante en la población mayor de sesenta años debido a la diversidad que aportan en la dieta. En la misma escalera, esta fuente hace referencia a la importante relación costo-beneficio, pues es un producto variado y asequible que cuenta con varios nutrimentos para una dieta balanceada y adecuada. Por otro lado, al favorecer, entre otras, la salud cardiovascular, gastrointestinal, inmunológica y metabólica del adulto mayor, afirman que los distintos productos lácteos contribuyen a llevar un envejecimiento sano.
La leche y sus derivados ayudan a nuestros adultos mayores, eso es un hecho. El alto contribuyente dietético, la gran variedad de presentaciones en la que se pueden consumir y el bajo costo en relación al beneficio son los puntos principales por los cuales se puede afirmar que los lácteos mejoran el estilo de vida en la persona adulta.
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